El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, negó ayer que esté ejerciendo alguna presión para que renuncie o sea destituido el seleccionador Adenor Leonardo Bacchi, ‘Tite’, por su supuesto rechazo a que se lleve a cabo la Copa América en su país.
“Mi participación en la Copa América es abrir Brasil para que sea realizada aquí, pero sobre jugadores o técnicos, no tengo nada que ver”, declaró el mandatario a un pequeño grupo de simpatizantes a las puertas de su residencia oficial, en Brasilia.
Bolsonaro se refirió así a conjeturas que se tejen en la prensa local, tanto en torno al malestar de ‘Tite’ y los jugadores por el hecho de que la Copa América se vaya a jugar en Brasil, en medio de la grave pandemia de covid-19, como en relación a una posible renuncia del entrenador y presiones del Gobierno en ese sentido.
De hecho, en las redes sociales, grupos de ultraderecha que se identifican con el bolsonarismo han mantenido en los últimos días duros ataques contra ‘Tite’, al que han tildado de comunista por su supuesta oposición a que Brasil sea sede del torneo.
El entrenador ha dicho que sólo después del encuentro que Brasil jugará hoy, expresará su opinión sobre la Copa América, algo que también han prometido los jugadores de la Canarinha, que están en silencio hasta ahora y, según la prensa local, preparan un manifiesto sobre el asunto.
Según la Conmebol, la Copa América 2021, que iba a ser organizada por Argentina y Colombia, países que finalmente renunciaron al torneo del continente, se celebrará en Brasil a partir del próximo domingo, con Brasilia, Cuiabá, Goiania y Río de Janeiro como ciudades sedes.