Julio Flores Gonzales fue detenido por asesinar a su exjefe de un balazo en la cabeza. El guardaespaldas de 59 años confesó el crimen tras ser intervenido por agentes de Serenazgo en Chosica.
Francisco Rondón Cancino (48),quien se dedicaba al alquiler de maquinarias pesadas a empresas mineras, se encontraba en su taller ubicado en la zona de Santa María.
El empresario tomaba licor en horas de la noche junto con Julio Flores, encargado de su seguridad.
Una discusión entre ambos había llevado al fatal desenlace. El vigilante apretó el gatillo de la escopeta y apuntó de un tiro al empresario minero.
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La hermana del detenido asegura que fue una reacción por constantes humillaciones que sufría de parte del empleador.
“No le pagaba a mi hermano y lo trataba como si fuera un estropajo. Muchas veces que se iba a otro lado, cuando regresaba a la cochera, ya no le abrían la puerta y lo hacían dormir afuera”, dijo.
Tras el disparo, Julio Flores Gonzales intentó esconder la escopeta en una zanja a pocos metros de la escena del crimen.
Cuando llegó la policía, reveló la ubicación del arma. El agente de seguridad fue conducido a la comisaría de Chosica donde fue puesto a disposición para las investigaciones.
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