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El caso de Ana Estrada Ugarte fue visto por el Décimo Primer Juzgado Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima, quien ordenó al Ministerio de Salud y a EsSalud al respetar su decisión, para poner fin a su vida a través del procedimiento técnico de la eutanasia.

El expediente 00573-2020-0-1801-JR-DC-11, declara fundada en parte la demanda interpuesta por la Defensoría del Pueblo, beneficio para Ana Estrada Ugarte, contra el Ministerio de Justicia, Minsa, EsSalud, al considerarse afectados los derechos a la dignidad.

“Se declara inaplicable el artículo 112° del Código Penal vigente, para el caso de doña Ana Estrada Ugarte; por lo que los sujetos activos, no podrán ser procesados, siempre que los actos tendientes a su muerte en condiciones dignas, se practiquen de manera institucional y sujeta al control de su legalidad, en el tiempo y oportunidad que lo especifique; en tanto ella, no puede hacerlo por sí misma”, se lee en el fallo.

Como se recuerda, el pasado 07 de enero, se realizó la audiencia a cargo del titular del 11° Juzgado Constitucional de la Corte Superior de Lima, lugar donde se analizó la acción de amparo interpuesta por la Defensoría del pueblo a favor de Ana Estrada, quien solicitó el acceso legal a la eutanasia y que quienes la asistan no sean perseguidos penalmente.

Y esto se debe que en el Perú, la eutanasia u ‘homicidio piadoso’ se encuentra como delito tipificado en el artículo 1112 del Código Penal y ser sancionado con hasta 3 de años de cárcel “al que, por piedad, mata a un enfermo incurable que le solicita de manera expresa y consciente para poner fin a sus intolerables dolores”.

ENFERMEDAD

Ana Estrada Ugarte fue diagnosticada a los 12 años de polimiositis, una enfermedad incurable y degenerativa que deteriora progresivamente sus capacidades motoras paralizándole en casi todos los músculos del cuerpo.

A los 20, ya necesitaba desplazarse en silla de ruedas. Actualmente solo puede mover algunos dedos y músculos de la cara.

La psicóloga demanda al Estado que prevalezca su derecho a morir con dignidad, debido a que no quiere ver su vida convertirse en un “infierno” por las escaras y amputaciones.

“No quiero estar atada las 24 horas a una cama, ni soportar dolorosas úlceras en la piel, que se profundizan hasta ver los huesos y que supuran pus. Eso solo sería el comienzo de sendas infecciones, más medios invasivos y amputaciones y no moriré. Este infierno será eterno y mi mente estará totalmente lúcida para vivir cada dolor en una cama de hospital sola y queriendo morir”, señala en su blog Ana Busca la Muerte Digna.

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