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Ante el repunte de los casos de COVID-19 que ha provocado una segunda ola a nivel nacional, el Gobierno dispuso nuevas medidas para frenar los casos, sobre todo en algunas regiones donde se ha considerado de alto riesgo como es la región de Piura.

AFECTACIÓN

Según el Decreto Supremo N° 002-2021-PCM publicado ayer en el boletín de Normas Legales del Diario Oficial El Peruano, el Gobierno aprobó el nivel de alerta por departamentos y formalizó las medidas de prevención, entre ellas, aumentar el horario del toque de queda del 15 al 31 de enero y la inmovilización total los días domingo.

Piura es una de las regiones que ha sido considerada en alto riesgo, por ello, la Presidencia de Consejo de Ministros (PCM) ha implementado paquetes de medidas según el nivel de alerta y cada 15 días se evaluará la situación para definir en qué categoría se encuentran. Mientras tanto, Piura, así como otros departamentos, tendrá que regirse a las nuevas disposiciones y cumplir con los protocolos de seguridad. A ello se suma que el aforo en restaurantes será de 40%; en tiendas, centros comerciales, galerías y tiendas por departamento será de 30%; en los gimnasios, cines, teatros, artes escénicas, casino y tragamonedas del 20%; y el 10% en iglesias y espacios de culto.

Ante esta situación, la región se verá perjudicada en su economía, debido a que los locales tendrán que adecuarse a las restricciones y ello podría provocar que la cifra de desempleo aumente.

Según el presidente de la Cámara de Comercio de Piura, Javier Bereche, los centros turísticos, playas y restaurantes serán los más afectados, ya que se venía reactivando poco a poco y con la nueva disposición los afecta tremendamente. “Los sectores se van a afectar de manera distinta, el sector más afectado, 400 hoteles, 50 millones de soles de ingresos que es el sector de turismo de playa, muy afectado este sector que había empezado a tomar reservas y desde hoy (ayer) se está haciendo las devoluciones y reprogramación. Otro sector es de la cadena de suministros, que atiende al turismo de playa, llámese restaurantes, pequeños negocios, que trabajan alrededor de este sector, todas estas ciudades como Máncora, Vichayito, Zorritos y otras playas están ahora mismo con la economía completamente impactada”, dijo.

En cuanto a las tiendas, los centros comerciantes y los pequeños negocios se recomendó manejar el horario de inicio de atención.

“Por ejemplo, en los centros comerciales que abren a partir de las 10 de la mañana, pueden hacerlo desde las 7 a.m, esto permitirá que, además que ellos aprovechen este tiempo, la gente no se aglomere en horas punta, y que la tasa de empleo se mantiene”, dijo Bereche.

Advirtió que, de los 200 mil empleos que se registraba en el sector privado, esto disminuyó por el inicio de la pandemia en 50 mil. No obstante, con las nuevas medidas cabe la posibilidad que disminuya en un 20% más, ya que los establecimientos y negocios tendrán que adecuase a las nuevas restricciones.

SALUD

Con respecto al tema de Salud, el especialista en Salud Pública, Julio Barrena Dioses, precisó que en esta segunda ola y a la que Piura puede llegar por la irresponsabilidad de la misma población, es importante que el sector salud cumpla con los lineamientos y su plan de seguridad, ante ello saber diferenciar las medidas básicas, que no se ha hecho en un inicio de la pandemia.

Dijo que en primer lugar hay que reforzar el nivel de atención; es decir, una atención oportuna de casos, aislamiento, monitoreo y la referencia oportuna en caso se complique y en segundo nivel que la recepción sea oportuna para que el paciente pueda llegar al menos a una cama de hospitalización y no a una cama UCI que son insuficientes en Piura.

Con respecto a las medidas estratégicas, Barrena dijo que las autoridades deben tomar decisiones claras, rápidas, efectivas, sin demora, ya que tomar decisiones a destiempo hace perder la oportunidad de salvar más vidas. Además, establecer los cercos epidemiológicos; es decir caso detectado, familia aislada. No obstante, se debe considerar apoyo médico y alimentario para evitar que salgan de casa.