Super Mensajes

En la última encuesta nacional de CPI se da cuenta que el 61% de peruanos no se decide por quién votar o no le gusta ninguno de los candidatos.

El desprestigio, cada vez mayor, de la clase política es el resultado natural de la percepción de los ciudadanos de que las promesas y los buenos deseos de los candidatos  raramente tienen que ver con los intereses de la gente. Hay la sensación que lo que más interesa a los líderes políticos no es el destino de los peruanos sino el rumbo de sus agrupaciones y su ambición por el poder. Y encima hay un sector ya agotado porque, en mayor o menor medida, ha pasado por otros partidos o por la gestión pública y nos ha dejado un Perú como el que tenemos.

En tanto, entre los que tienen una preferencia por algún candidato, un 8.1% se decanta por George Forsyth, quien hace pocos meses llegaba al 23% en otros sondeos. Para el exfutbolista el reino de la palabra pertenece al viejo orden de la política y por eso él prefiere la acción. ¿Qué hace? Se sube a una lancha en Paita y se tira al mar. Ordeña una vaca y se toma la leche. Más que para la presidencia de la República parece prepararse para un reality show.

Segundo está Julio Guzmán, impulsado por su cliché “antigolpista” y “anticorrupción”. Esto puede sintonizar con los gritos de la calle. El problema es que dice un síntoma de la crisis, pero no un programa.

Luego sigue Keiko Fujimori, que tiene la ventaja que la bancada fujimorista no tiene tanto protagonismo en el actual Congreso, pero al final se choca contra la realidad con este dato: El 64% de peruanos sostiene que Fuerza Popular es el partido que más obstruye el desarrollo del país.

En el cuarto lugar está Verónika Mendoza, cuyo único plan parece ser la “nueva Constitución”. Si su campaña solo expondrá propaganda y no proyectos serios.

Quinto está Hernando de Soto, quien continúa su tendencia natural a no comprometerse, a no jugarse por nada, a estar en silencio mientras el país orden. Cree que su trayectoria es lo que convenga ser en cada momento.

Luego vienen los partidos que tienen presencia fuerte en el Parlamento. Les continúan creciendo los escándalos como a los muertos las uñas.