Gran cantidad de restaurantes y locales afines incumplen las medidas de bioseguridad para prevenir la transmisión del nuevo coronavirus en la ciudad de Chiclayo.
Un factor que resulta grave, al haber iniciado la segunda ola de la pandemia en el país, y porque hace poco el Ejecutivo informó que la región Lambayeque está en “alerta muy alta”.
Durante una fiscalización entre noviembre y diciembre del 2020, la Gerencia de Fiscalización de la Municipalidad Provincial de Chiclayo (MPCH) detectó que el 60 % de locales tenía problemas para ejecutar todas las medidas sanitarias dictadas por el Gobierno central.
Una situación que motivó la aplicación de multas, clausuras e incluso denuncias por desacato.
Problemas
El gerente de Fiscalización, Pavel Toro Gálvez, admite que la comuna tendrá que redoblar esfuerzos para que se respeten los aforos.
“Estoy seguro que hay quienes quieren sacarle la vuelta a la ley. Por la emergencia, bares y discotecas pasaron al rubro de restaurante y aunque tienen cocina, luego se verifica que solo están vendiendo licor”, detalló.
Debido a la variación en el giro de negocio que tramitaron varios empresarios desde julio del año pasado, la MPCh aún no tiene la cifra actualizada de cuántos nuevos restaurantes o bodegas existen, pero se presume que es un número importante.
A ello se añade que desde la quincena de diciembre, el municipio no dispone de fiscalizadores.
Durante las fiestas, los contratos quedaron sin efecto, justo en el momento en que arrancó el rebrote por COVID-19 en la ciudad.
Toro anotó que esta semana
se realizó una nueva convocatoria laboral y el compromiso es lograr la incorporación de 25 fiscalizadores nuevos, quienes comenzarán sus actividades a partir del 20 de enero.
El funcionario agregó que para garantizar el nuevo horario de toque de queda, fijado en 07:00 p.m. a 04 a.m., será fundamental el apoyo de la Policía Nacional y del Ministerio Público, ya que los infractores no respetan a los fiscalizadores municipales.
En los locales intervenidos el año pasado, se aplicaron diferentes multas, debido a que se comprobó el consumo de alcohol, incumplimiento de aforos y por reabrir pese a la clausura.
De otro lado, Fiscalización presentó 10 informes para que la Procuraduría efectúe denuncias penales, aquí están incluidos los dueños de las discotecas Out y Festa, por permitir la organización de bailes y el consumo de bebidas alcohólicas.
Pavel Toro exhortó a los empresarios a trabajar con responsabilidad porque “nadie tendrá corona”.
Ante el incremento de casos por COVID-19 en la región, el 06 de enero pasado, el fiscal de Prevención del Delito de Chiclayo, Erland Sánchez, se reunió con el alcalde de Chiclayo, Marcos Gasco, y le exhortó que la MPCh cumpla con implementar sanciones a los establecimientos que hacen un mal uso de las licencias de funcionamiento durante la pandemia.