El drama de los floristas en Arequipa por el cierre de cementerios en el Día de Todos los Santos

Para reforzar la protección de la población durante la pandemia de la COVID-19, el Gobierno ha dispuesto el cierre de los cementerios en el Día de Todos los Santos (1 y 2 de noviembre). Esta medida drástica deja al borde de la quiebra a los floristas arequipeños, que tenían la leve esperanza de aprovechan esta fecha festiva.

Ese es el caso de los 22 comerciantes y socios de la Asociación de Flores Virgen del Carmen, que se encuentran situados frente al cementerio La Apacheta del distrito de José Luis Bustamante y Rivero, considerado el más grande y antiguo de la Ciudad Blanca.

Ernesto Choquehuanca, presidente de los floristas, relató que mantuvo comunicación constante con la administración de la Beneficencia Pública, hasta que salió el pronunciamiento donde informaban que el camposanto se mantendrá cerrado el 1 y 2 de noviembre.

“Estamos frustrados porque varios compañeros tienen deudas en los bancos. Había esperanza de que en el Día de Todos los Santos se permitiera el ingreso de la población, claro, con los cuidados de distanciamiento social como se establece en los protocolos”, señaló.

El perjuicio a causa de la pandemia del coronavirus

Choquehuanca recordó que los primeros días de noviembre es la fecha más importante del año para los floristas, porque se vende bien como para guardar pan para mayo. En fechas pasadas un vendedor de flores de la asociación Virgen del Carmen invertía hasta 15 mil soles, pero este año a duras penas se llegará a los mil.

“Nadie ingresará al cementerio y por lo tanto no comprarán los arreglos florales, la venta será el mínimo”, remarcó.

El dirigente contó los momentos más duros que les tocó vivir desde que se inició el estado de emergencia en el país. Al menos cuatro meses les tomó para abrir los locales, pero luego la suerte no cambió porque los ingresos son mínimos en comparación a años anteriores.

“Hemos bajado el 90% en ventas por el cierre del cementerio. Apenas cinco familiares directos ingresan cuando se realiza en un entierro. Las flores no son un artículo de primera necesidad para la población, por eso se vende poco, como para sobrevivir. Otros ingresos eran las procesiones, los matrimonios y los quinceañeros, pero también se suspendió”, recalcó.

Ernesto comentó que los floricultores, quienes les abastecen, atraviesan por una crisis económica porque se perdieron las cosechas, eso originó que el arreglo de rosas baje de precio de 30 a 10 soles.

“La mercadería se pierde porque se seca y se tiene que botar. Nos dijeron que en la fase 4 se abrirían los locales, pero no ocurrió con los cementerios”, dijo.

100 % de arreglos florales se perdieron en los meses de abril, mayo y junio, cuando los locales permanecieron cerrados ante la emergencia sanitaria.

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