Super Mensajes

Colas interminables en torno a paraderos y estaciones, aglomeraciones peligrosas que eran propicias para los contagios, ciudadanos desesperados que pugnaban entre sí por abordar buses y combis, entre otros, fue lo registrado la noche del último viernes, en el inicio del nuevo toque de queda en Lima.

Mira: Minsa reporta 116 fallecidos por coronavirus en el Perú en las últimas 24 horas

Este diario comprobó que a las 9:00 p.m., hora en que se inició la medida restrictiva, e incluso una hora después, los ciudadanos seguían esperando unidades para desplazarse hasta sus lugares de residencia.

En las afueras de las estaciones del Metro de Lima y el Metropolitano, algunos pasajeros denunciaron que las puertas les fueron “cerradas en la cara” y reclamaron que estos servicios hayan atendido solo hasta las 21:00 y 22:00 horas, respectivamente.

Una hora después del toque de queda, los alrededores del Puente Atocongo seguían abarrotados de pasajeros varados. “Muchos no podemos llegar al paradero antes del toque de queda. Debe flexibilizarse la medida y dejar que los buses se desplacen hasta la medianoche”, dijo uno de los pasajeros.

Detenidos. El hecho de no acatar la medida sanitaria, tuvo consecuencias para centenares de ciudadanos, según declaró a los medios el Jefe de la Policía, Jorge Angulo.

Según precisó, 710 ciudadanos fueron intervenidos por circular fuera del horario establecido. De esta cifra, 544 personas fueron multadas por no mostrar los permisos necesarios. Señaló además que 10 de los intervenidos tenían requisitoria y que se logró incautar 10 armas de fuego.

Riesgo. Frente a este caótico panorama, el médico infectólogo Julio Cachay alertó a este diario que las aglomeraciones pueden incidir en los contagios, por lo que recomendó mantener las medidas de bioseguridad como el distanciamiento social y el uso de mascarilla.

Por su parte, el decano del Colegio Médico del Perú, Miguel Palacios, dijo a Correo que debemos esperar hasta fin de mes para ver si la curva de contagios sigue al alza o empieza a estabilizarse. Según dijo, en este momento los casos corresponderían a los desórdenes del Año Nuevo.

A la ciudadanía le cuesta adaptarse al nuevo orden sanitario.