Super Mensajes

Estimado Ricardo Cuenca: Tal como lo hice con autoridades de gestiones anteriores del Minedu, comparto con usted algunos puntos de vista sobre la reforma “La Evaluación Formativa de los Escolares”. Lo hago porque soy uno de sus autores (1995, 2005 y 2009),y siempre la he defendido ante posturas contrarias.

En principio, debemos tener en cuenta que la evaluación no solo debe ser por competencias. El currículo actual está organizado a partir de un perfil del egreso, que da lugar a planes de estudios “por áreas con sus respectivas competencias”. Por lo tanto, al finalizar el grado –y según los logros alcanzados por el estudiante en el último periodo anual– el docente debiera colocar el nivel de logro de cada área. Así, por ejemplo, en un área ante 4 competencias evaluadas (A, A, AD y AD) debe ser el docente (experto que acompaña el proceso formativo y evaluativo del alumno) el que decida el logro general del área y no el Minedu mediante una consigna matemática.

Por otro lado, el currículo además de estar organizado por áreas y competencias, considera “los desempeños educativos específicos por grados” y no por ciclos (sus estándares, dicho sea de paso, son muy confusos e inaplicables en la evaluación del aula). Estos generalmente se utilizan para evaluaciones nacionales e internacionales. Por lo tanto, es discutible que para la promoción en algunos grados prevalezca la “A” (logro satisfactorio y esperado) y para otros solamente la “B” (logro aún en proceso).

El Minedu con acierto, ha venido aplicando –progresivamente– la evaluación literal en secundaria. No entiendo por qué este año la generaliza a tercero, cuarto y quinto. Debe ampliarla solo a tercero. Habrá una gran confusión, por ejemplo, con los certificados de secundaria con números en los primeros grados (0 a 20) y al mismo tiempo con letras en los últimos grados (C, B, A y AD). Espero que estas reiteradas observaciones y sugerencias merezcan su atención. Gracias