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Ya se sabía antes de empezar que el debut del Barça en Champions League no serviría, salvo sorpresa mayúscula, para sacar conclusiones. El Ferencváros es el rival más flojo del grupo y en los planes no entraba nada más que una victoria cómoda. Pero teniendo en cuenta que el próximo partido es contra el Madrid, las cosas cambian un poco.

El ‘clásico’ siempre es un partido a parte y todo el mundo lo quiere jugar. Y es ahí donde me gustaría jugar a ser Koeman. Sobre todo para influir en el ataque, donde hay 2 de los 4 puestos para repartir porque Messi y Ansu siguen a lo suyo y son innegociables.

La lógica te dice que el técnico optará por el dinero, es decir, por Griezmann en la derecha y Coutinho en la media punta. Pero me parece que la juventud merece una oportunidad. Si reclamamos cambios, que sean radicales.

Y Pedri y Trinaco han hecho méritos de sobras para justificar su candidatura a la titularidad contra el Madrid. Con su movilidad y desequilibrio, Pedri influye mucho más y más decisivamente que Coutinho. Y Trincao es mucho más jugador de banda que Griezmann.

El portugués es de los que encaran y desbordan, cosa que no ha conseguido el francés en ninguna de sus titularidades. Hoy no ha jugado, a lo mejor hoy Koeman ya le ha encontrado el sitio…

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