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Una eventual revancha frente a Nunes todavía ampliaría más su caché actual

Valentina Shevchenko, la peladora del peso mosca de MMA, nacida en Kirguistán, pero que también tiene la nacionalidad peruana, está haciendo grande su estrella a pasos agigantados. Además de defender con éxito por sexta vez su título de campeona mundial de su categoría en UFC, también ha elevado su cotización económica hasta ser la peleadora sudamericana mejor pagada de la organización.

Valentina ha superado a nombres como Marlon Vera (Ecuador) o Santiago Ponzinibbio (Argentina) en el ranking de los mejores remunerados de la región. Según un estudio de un portal especializado, “La Bala” (que es su apodo),consiguió ganancias que rozan los dos millones de dólares; mientras que Vera no llegaría a los 1,5 millones y el argentino estaría en torno a los 800.000 dólares. Y todo ello antes de su última actuación en UFC 266, con lo que la cifra continuaría aumentando, especialmente si se acaba celebrando una revancha con Amanda Nunes, que juntaría a las dos grandes estrellas de la UFC femenina (sin querer menospreciar a otros nombres como Rose Namajunas, Weili Zhang o Jéssica Andrade); pero lo cierto es que la peruana y la brasileña copan las dos primeras posiciones del “libra por libra” femenino y sus récords son verdaderamente impresionantes.

De hecho, Nunes es, prácticamente, la única que ha vencido a Shevchenko (su otra derrota fue ante Liz Carmouche, pero el resultado es más que discutible),y lo ha hecho en dos ocasiones. Nunes, que ahora se encuentra compitiendo en los pesos Gallo y Pluma, no pierde un combate desde hace 7 años, y sus victorias acostumbran a acabar por la vía de la finalización, siendo muy superior a sus rivales. Pero “La Bala” lleva una racha de 12 victorias seguidas, la mayoría ante sus rivales directas, peleadoras como Holly Holm, Miesha Tate, o las temidas Cris Cyborg y Ronda Rousey, todas ellas finalizadas antes del tiempo de combate.

Su última pelea, frente a Lauren Murphy, tal vez no tuviese la emoción de otros enfrentamientos anteriores de “La Bala” ante rivales de mayor entidad; el resultado fue el esperado, sin sorpresas: Murphy cayó por TKO, aunque aguantó cuatro asaltos. Aun siendo casi un enfrentamiento de trámite para la kirguisa-peruana, la velada fue por todo lo alto; UFC 266 incluía otro título mundial, el del peso pluma de Alexander Volkanovski frente a Brian Ortega (coestelar con el de Shevchenko),y la esperada vuelta de Nick Díaz en un despiadado enfrentamiento frente a Robbie Lawler. Tal cartel merecía un emplazamiento acorde a su expectación: el lugar elegido fue el T-Mobile Arena de Las Vegas, la ciudad de los grandes espectáculos y que tanta importancia personal tiene para los jugadores profesionales de diferentes deportes, como del poker. En este sentido, el T-Mobile Arena además ha sido el emplazamiento de legendarios combates, como el de “Canelo” Álvarez contra Amir Khan, el de Floyd Mayweather contra Conor McGregor o el del irlandés contra Dustin Poirier, por citar algunos. También ha sido escenario de grandes conciertos o de la entrega de los Latin Grammy Awards.

¿Hay posibilidades de un enfrentamiento con Nunes?

Para que el enfrentamiento con Nunes llegue a producirse, solo hay una opción: que una de las dos cambie de categoría. Los anteriores enfrentamientos se produjeron en el peso Gallo, una categoría de peso inferior a la que Shevchenko pertenece actualmente. Por ello, o Valentina vuelve a bajar o Nunes sube. Esta segunda posibilidad no es tan descabellada, teniendo en cuenta que la brasileña haría historia en la UFC si consigue atesorar tres títulos en categorías diferentes (hasta ahora, solo un selecto grupo de luchadores, entre los que se encuentra ella, han conseguido dos). Eso representaría una ventaja para “La Bala”, que se encuentra mucho más cómoda en su peso actual. La alternativa implicaría un esfuerzo que le podría pasar factura durante el potencial combate.

De una forma u otra, el cierre de la trilogía, además de ser un evento muy deseado por los fanáticos, implicaría un salto adelante para la kirguisa-peruana, que consolidaría su posición como la mejor remunerada respecto a sus compatriotas de región, hombres y mujeres.