Desde el principio de los tiempos, la economía ha tenido un desarrollo considerable. Su importancia ha estado presente en todas las épocas de nuestra historia, desde los tiempos en los que la economía se basaba en el trueque hasta la llegada de la moneda. Precisamente este avance supuso la aparición de las primeras entidades bancarias, destinadas a ofrecer servicios a particulares, comerciantes, navegantes y posteriormente a los llamados empresarios, tras la Revolución Industrial.
Hoy día, la banca sigue teniendo un papel prevalente en nuestras vidas al encargarse de miles de operaciones de pagos, gestiones de préstamo y otras muchas tareas con las cuales, la liquidez sigue fluyendo para realizar todo tipo de negocios. Sin embargo, hay algo que no ha cambiado demasiado. Hablamos de las comisiones que nos cobran nuestros bancos por realizar cualquier operación. Unos cargos que, con el desarrollo tecnológico actual, han quedado prácticamente desfasados y simplemente sirven para llenar los bolsillos de las cuentas de resultados de estas entidades.
Afortunadamente, la competencia actual y la llegada de nuevas entidades de tipo Fintech, centradas principalmente en ofrecer su operativa a través de Internet, nos permiten disponer de algunas de las mejores cuentas bancarias sin comisiones que podemos encontrar .A diferencia de las cuentas de los bancos tradicionales, estas cuentas sin comisiones eliminan la casi totalidad de los gastos que pagamos por operaciones del día a día, tales como el mantenimiento de nuestra cuenta o realizar una simple transferencia. Algo importante puesto que diferentes estudios indican que el importe total que un usuario medio paga en comisiones al cabo del año ronda los 140 €. Imagina por un momento qué podrías hacer tú con esa cantidad de dinero.
Qué beneficios tienen las cuentas sin comisiones
Si aún no te ha quedado claro qué es lo que la cuenta sin comisiones te ofrece, a continuación, vamos a enumerar algunos de sus principales beneficios. Lo más importante es que prácticamente todas las operaciones que realices son gratuitas o bien tienen un coste mucho más limitado que el de un banco tradicional.
En la cuenta sin comisiones es normal que las tarjetas de débito sean gratuitas, del mismo modo que lo son las transferencias nacionales, el pago de recibos o la consulta de movimientos. También suelen ser gratuitos los ingresos procedentes de otras entidades y la retirada de fondos en los cajeros propios de la red de la entidad. Todos estos pequeños pocos, una vez sumados, forman una cantidad considerable que te podrás ahorrar si al final apuestas por una de esas cuentas bancarias sin comisiones.
Qué diferencias hay entre una cuenta sin comisiones y una cuenta tradicional
En la actualidad, la diferencia entre una cuenta sin comisiones modernas y una cuenta tradicional es bastante reducida. En términos operativos, ambas cuentas generalmente suelen ofrecer los mismos servicios. Es más, algunas cuentas sin comisiones incluso tienen asistencia financiera y un servicio de análisis de ingresos y gastos que puede resultarnos muy útil para administrar nuestra economía doméstica. Lo único que tal vez no nos encontremos en nuestra cuenta bancaria sin comisiones es la posibilidad de acceder a créditos preconcebidos, y a la forma en que sí podemos hacerlo con nuestra cuenta tradicional.
Algo parecido pasa con las operaciones de financiación más complejas, que no siempre están disponibles en las entidades que operan con cuentas corrientes sin comisiones. De todos modos, salvo que tengas una necesidad expresa, no son servicios financieros que vayamos a utilizar a diario y por tanto, tampoco será un problema grave para tu operativa diaria. Algo especialmente importante si tienes en cuenta todo el dinero que te vas a ahorrar con tu cuenta bancaria sin comisiones.