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Cada temporada de cosecha, las medianas y pequeñas empresas agroindustriales en La Libertad ven reducida su producción entre 30 y 35 por ciento, debido a un mal control de calidad en la elección de los plantines que son criados en viveros y que luego deben ser el sustento de este sector.


Muchos de los viveros deben rechazar varias ofertas de compra debido a que no cuentan con el personal calificado para dicha labor, formándose un verdadero cuello de botella en uno de los grandes sectores económicos de esta región norteña.

Ante esta situación, el equipo de investigadores Lobinm Robótica de la Universidad Privada Antenor Orrego decidió impulsar un proyecto de inteligencia artificial para solucionar ese problema al que la mediana y pequeña agroindustria se enfrentaba cada cierto tiempo.

Sixto Prado Garini, investigador principal de Lobinm Robótica, indicó que como respuesta a esa necesidad se creó un prototipo de robot que selecciona los plantines y los separa según las características de crecimiento que extrae de cada uno de ellos. De esa manera las empresas saben si el plantín desarrollará todo su potencial en el futuro o no y cuál elegir al momento de sembrarlos en los campos de cultivo.

Sin embargo, más allá del éxito de dicho proyecto tecnológico, el equipo que lidera Prado Garini decidió impulsar un nuevo prototipo, uno más ambicioso, pero tomando como modelo el primero.

El objetivo ahora no solo es que el robot seleccione los mejores plantines para potenciar la producción agroindustrial, sino también que tenga una función automatizada para el sembrado de semillas, sobre todo las de menor tamaño, esas que son más difíciles.

Además, este nuevo prototipo, que integrará conocimientos de robótica, garras mecatrónicas, visión computacional e inteligencia artificial, será movible y no estático como la primera versión. Esto ayudará a trabajar de manera más óptima, destacó el investigador principal.

El mencionado proyecto obtuvo hace algunos días el premio del fondo de desarrollo tecnológico de Concytec-Prociencia, que le hará merecedor a un financiamiento por 311 mil 200 soles, que permitirá desarrollarlo en un lapso de 18 meses.

“En todo el norte peruano no sabemos de la existencia de algún prototipo con esas características, por lo que seríamos los primeros en innovar este tipo de tecnología en el sector agroindustrial”, aseveró.

Sixto Prado asegura que el objetivo a largo plazo es replicar el prototipo final para venderlo a la agroindustria o como universidad brindar el servicio al sector para que puedan mejorar sus capacidades productivas con mejores procesos de calidad en la elección de plantines y siembra de semilla. “Nosotros no nos cerramos a ninguna de esas dos posibilidades”, acotó.

Sixto Prado afirma que su equipo lo componen investigadores, tesistas y técnicos de la Universidad Privada Antenor Orrego, que desde el principio les ha brindado su apoyo para impulsar la investigación tecnológica en beneficio de la comunidad.

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(FIN) LPZ/MAO

Publicado: 13/7/2022