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Las universidades peruanas, tanto públicas como privadas, han triplicado el número de patentes de inventos en los últimos 5 años colocándose por delante de solicitudes realizadas por inventores particulares y de empresas, señaló la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu).


El aumento de solicitudes de patentes por parte de universidades ha tenido un incremento sostenido en los últimos años: si en el 2014 (al inicio de la reforma universitaria) se ingresaron 42 solicitudes, en los años 2019, 2020 y 2021 registraron 158, 216 y 145 peticiones, respectivamente. En cuanto al 2022, la entidad registra 68 solicitudes de patentes universitarias hasta junio.  


Asimismo, entre enero a mayo del 2022, cinco casas de estudio públicas (UNI, UNAP, UNCP, UNHEVAL, UNTELS) y 12 universidades privadas (USIL, UC, UANDINA, UTEC, ULIMA, PUCP, UPCH, UPN, UCSP, UAI) han obtenido –de manera global– 3 patentes de invención y 30 patentes de modelos de utilidad, producto de creaciones desarrolladas entre los años 2017 al 2020.

Soluciones peruanas

La mayoría de creaciones peruanas apuntan a la resolución de necesidades corrientes de la vida, seguidas por soluciones en técnicas industriales y transportes, así como sobre procesos químicos y de metalurgia, propuestas de física aplicada, entre otros. Por ejemplo, en contexto de pandemia, un equipo de docentes de la facultad de Ciencias Aplicadas y Electrónica de la Universidad Nacional del Centro del Perú (UNCP) creó un visor inteligente móvil para detectar la fiebre y temperatura corporal, propuesta mejorada y económica respecto de objetos ya existentes. 

“Los visores actuales son estáticos, fijos. Con nuestro dispositivo podemos tomar la temperatura caminando. Estamos reciclando aparatos electrónicos y hemos ensamblado (el visor) con tecnología mecatrónica: queremos que esté al alcance de establecimientos públicos y privados”, explicó Roberto Asto Hinojosa, Jefe encargado de la Dirección de Transferencia Tecnológica de la UNCP. 

El impulso a la investigación y desarrollo también tiene eco en aulas de pregrado. En el 2019, estudiantes del séptimo ciclo de diseño industrial de la Universidad Privada del Norte (UPN),replantearon el diseño del bastón plegable de acero comúnmente usado por personas con discapacidad visual, al que dotaron de tecnología para detectar cuando el piso está mojado.

“Le pusimos un sensor de humedad en la punta. Apenas siente la humedad, todo el mango vibra. Adicionalmente, le pusimos un sensor de acercamiento.  Para bajar los precios (del invento),reemplazamos el acero por caña. Si un bastón electrónico cuesta 500 soles, el nuestro podría costar la décima parte” explica Ruth Manzanares, docente que lideró el proyecto junto a sus estudiantes y actual jefa de investigación de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la UPN.

Por su parte, la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) aporta uno de los tres inventos originales de este año, al registrar un nuevo sistema para medir la humedad ambiental. La dupla compuesta por el docente Juan Rodríguez y el estudiante de doctorado Pierre Ramos, ambos de la Escuela Profesional de Ingeniería Física, creó una superficie de tela tramada con fibras de una micra (mil veces más delgadas que el grosor de un cabello),con nanotubos de carbono atrapados entre ellas.


“Estos nanotubos conducen la electricidad muy rápido. Cuando la tela tramada se hincha por la humedad, los nanotubos se unen unos con otros y la resistencia eléctrica disminuye. Esto mide muy rápidamente los cambios de humedad por medio de la resistividad eléctrica. Hemos hecho el sistema al contrario a la tecnología actual” explica Rodríguez. El invento se puede aplicar en sistemas industriales, ambientes protegidos de salud, laboratorios con equipamiento sofisticado, y cualquier otro espacio que necesite monitoreo de humedad. Actualmente, la dupla está en busca de una empresa que lleve a producción su patente.

Impulso a la investigación y al desarrollo

El aumento progresivo de solicitudes de patentes en los últimos 5 años va de la mano con el establecimiento de condiciones básicas de calidad para el licenciamiento institucional por parte de la Sunedu, a partir de las cuales se impulsó el desarrollo de líneas de investigación en las casas de estudio, el equipamiento adecuado de laboratorios, además de medidas como el reconocimiento de horas de trabajo de investigación para docentes. 

A partir de la reforma, el sistema universitario ha casi triplicado la cantidad de docentes Renacyt (de 2 % a 5.5 %) y la producción académica ha pasado de 1,770 a más de 5,800 publicaciones científicas entre el 2014 y mayo de este año, respectivamente. 

Contribuye a cerrar el círculo la red de Centros de Apoyo a la Tecnología y la Innovación (CATI) de Indecopi, que, en convenio con universidades licenciadas por la Sunedu, incentiva el registro de la propiedad intelectual y familiariza a las casas de estudio con los estándares de presentación de solicitudes de patentes. Así en este nuevo contexto favorable a la investigación, las invenciones universitarias están trascendiendo las aulas.



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(FIN) NDP/ICI


Publicado: 12/7/2022