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Suele pasar desapercibida hasta cuando el niño o adolescente evidencia molestias o dificultad para realizar sus actividades cotidianas: la escoliosis es un problema de la columna de origen desconocido que requiere de una oportuna rehabilitación.


La doctora Annie León Villar, traumatóloga del Centro Nacional de Telemedicina de EsSalud, explicó que esta enfermedad afecta al 2% de los niños y adolescentes entre los 10 a 14 años a nivel mundial y en el Perú se presentan cerca de 500 casos al año, según reportes del Instituto Nacional de Salud del Niño.

Se trata de una desviación de la columna vertebral en forma de S o C que tiende a provocar asimetrías corporales, como el tener un hombro más bajo que el otro o que la cadera sobresalga de la parte izquierda o derecha del niño.

“Cuando un niño presenta este problema, el padre o el profesor pueden notar que tiene un hombro más arriba que el otro, que el omóplato está más pronunciado de un lado, que presenta joroba o tienen las costillas más pronunciada de un lado que del otro”, señaló León Villar en el programa Salud y Bienestar de Andina canal online.




Causas

La doctora aclaró que esta deformidad de la columna no es consecuencia de una mala postura del niño o adolescente sino que podría deberse a un origen genético, aunque los estudios médicos aún no determinan la causa exacta que la genera.

“Esta es una enfermedad poligenética porque hay varios genes involucrados. Existe un alto riesgo de sufrir de este mal si en tu familia, especialmente por la parte femenina, hubo casos de escoliosis, pero esto no significa que sea hereditario, sino que hay un factor asociado a la genética”.

Tipos

Según las investigaciones sobre el tema, la escoliosis idiopática es la más común en los niños y adolescentes, pero también existe la congénita que está presente desde el nacimiento, y la neuromuscular, asociada a tumores de la médula espinal, parálisis cerebral o distrofia muscular.

Síntomas

Por lo general, las personas que padecen de escoliosis no suelen presentar síntomas, pero en algunos casos más complejos podrían manifestar dolor de espalda, contracturas musculares y dificultad para respirar por la pronunciada curvatura de la columna que aprieta los órganos internos del cuerpo.

“Cuando una escoliosis es muy severa, la columna se dobla demasiado tanto que el tórax también se dobla, lo cual ocasiona que el pulmón se comprima provocando problemas respiratorios en el enfermo”, subrayó.

¿Cómo tratarla?

Para iniciar el tratamiento -dijo- lo primero es identificar el grado de deformidad de la columna vertebral del niño y, a partir del diagnóstico, se recomienda llevar terapia física y ejercicios continuos. 

En otros casos, el menor tendrá que utilizar una faja o algún aparato ortopédico para evitar que la deformidad avance con el tiempo, pero si la escoliosis se agrava muy rápidamente o la curvatura es demasiado severa, se necesitaría de una intervención quirúrgica para corregir el problema. 

“Si la deformidad de la columna avanza de manera acelerada, existe mucho dolor o la curvatura es muy severa, se requiere de una cirugía correctiva. Sin embargo, es necesario recalcar que no todos los niños con escoliosis se operan porque en la mayoría de los casos solo requieren de un tratamiento conservador”, precisó.

Deportes que se pueden practicar

Los niños y adolescentes que sufren de escoliosis deben practicar algún tipo de deporte que permita fortalecer los músculos de la espalda y reducir la curvatura de la columna. De estar utilizando aparatos ortopédicos o haber sido intervenido quirúrgicamente, también puede realizar actividad física, pero con los cuidados respectivos y bajo la supervisión médica.

Entre los deportes recomendados por la especialista están la natación, gimnasia, yoga, tai chi. Los contraindicados son aquellos que generan sobrecarga y dolor en la columna, como el taekwondo, el judo, levantamiento de pesas, etc. 


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(FIN) ICI/RRC
JRA

Publicado: 19/7/2022