Desde que Robert Francis Prevost fue elegido el máximo líder de la Iglesia católica, el pasado 8 de mayo, los testimonios de personas que conocieron al entonces padre u obispo Prevost no han dejado de conocerse y coinciden en definirlo como un verdadero misionero, capaz de hablar con la gente, atento a los retos sociales y profundamente animado por la pasión de anunciar el Evangelio.


Viene de Chicago, pero Robert Prevost tiene doble nacionalidad: estadounidense y peruana (esta segunda por convicción). Se trata del primer papa misionero, al menos desde hace un siglo; un agustino, hijo de una orden con fuerte vocación misionera, muy arraigada en Centroamérica y Sudamérica.

Pasó largos años (y como obispo desde el 2015 al 2023) por Chiclayo, región Lambayeque, que lo lleva en el corazón. En las horas posteriores a su elección, algunas fotos se hicieron virales en la red en las que se le veía a caballo o con las piernas sumergidas en el agua durante una de las muchas inundaciones que cíclicamente azotan Perú.

Testimonios desde el corazón

El salesiano italiano Gaetano Galbusera, exobispo vicario apostólico de Pucallpa (Ucayali, en la selva peruana),que conoció a Prevost en reuniones de la Conferencia Episcopal Peruana, se refiere a él como "un pastor con olor a oveja", recoge Vatican News.

"Muchos de los obispos que viven en las zonas periféricas del país llevan una vida sencilla, van de paisano y Prevost siempre se ha adaptado mucho a este estilo", sostuvo.

"Mi recuerdo de él es el de un hombre sabio, que sabe escuchar y que trata las situaciones delicadas con gran equilibrio (tuve una prueba personal de ello, a través de un caso que ocurrió en mi diócesis). Prevost se nutre de una fuerte espiritualidad y, estando cerca de él, te das cuenta de ello", narró.

Gesto de comunión

Al referirse a León XIV, monseñor Giorgio Barbetta, de 53 años, que lleva en Perú desde el año 2000, manifestó que "su participación en mi ordenación episcopal fue un gesto de comunión. Es una característica suya: es ‘uno que está ahí, que te acompaña'".

Desde el 2020, Barbetta es obispo auxiliar de Huari (Áncash) e hijo espiritual del padre Ugo De Censi, fundador de la Operación Mato Grosso, una iniciativa misionera y solidaria que comenzó en 1967 y con el tiempo se ha arraigado en cuatro países latinoamericanos, entre ellos Perú.

El religioso italiano prosigue: "Prevost me acompañó físicamente al dicasterio para los obispos cuando aún no era su prefecto. Lo hizo sin hablar, pero su presencia me dio tranquilidad".

"Cuando lo vi aparecer en la logia, exulté y temblé. Exulté porque es una bellísima persona, temblé porque no se le confía una autoridad o un gobierno, sino algo de Dios: ser puente entre la tierra y el cielo. ¿Quién no temblaría?", puntualizó.


Más en Andina:

(FIN) JOT

Publicado: 14/5/2025