Por Fidel Gutiérrez Mendoza

La cumbia amazónica peruana, con su mezcla festiva de diversas influencias musicales y culturales, tendrá una vitrina de envergadura mundial para exponerse, los días sábados 11 y 18 de abril, cuando el grupo Los Mirlos suba al escenario del Festival de Coachella, en Indio, California; uno de los encuentros de música juvenil más importantes del planeta.

“Somos referentes para muchos”, dijo el director de esta agrupación, Jorge Rodríguez Grandez, a la Agencia Andina, respecto a la popularidad de la que Los Mirlos gozan en diversas partes del mundo; un éxito que se inició en el Perú a partir de 1973, y que ha terminado proyectando el sonido festivo de la cumbia hecha en la amazonia peruana hacia el resto del planeta.

La propuesta sonora de Los Mirlos y de otros exponentes de la denominada cumbia amazónica, se nutrió de elementos musicales y culturales propios de la región en la que crecieron. Estos recibieron, a su vez, influencia de corrientes provenientes del extranjero, como la cumbia colombiana y el rock, confluyendo finalmente en una síntesis de multiculturalidad netamente peruana.

 
Rodríguez Grandez inició su camino hacia la construcción del sonido festivo y moderno de la amazonia peruana siendo aun un adolescente en Moyobamba, capital del departamento de San Martín. En 1968, junto a su hermano menor, Carlos, formaron un grupo llamado Los Saetas, que pronto ganó popularidad en fiestas y plazas.

Música con identidad
Su inspiración inicial fue la música que tocaba su padre Gustavo Rodríguez Sandoval, haciendo bailar al vecindario con los ritmos típicos de la selva peruana, adaptando los acordes de su acordeón a danzas como la sitaracuy, el movido típico y la changanakuy. 


“Tocábamos pandillas y chimaychis”, recordó Rodríguez Grández, mencionando otros dos estilos musicales propios de la amazonia, que suelen bailarse en las celebraciones que se desarrollan en esa parte del país. 


El primero es una manifestación musical eminentemente moyobambina, que acompaña al pago a la tierra que se hace en las festividades amazónicas, y el segundo posee una cadencia cercana a la del huayno; muestra clara de esa multiculturalidad propia del Perú, de la cual Los Mirlos también son fruto. 


“Hacíamos música de la zona, porque todavía no estábamos creando canciones”, recordó Rodríguez, quien también menciona entre sus influencias peruanas de entonces, la música de Los Destellos, el grupo limeño que en aquel entonces hacía cumbia instrumental, en temas como ‘El Avispón’ y ‘Apolo 11’, “Queríamos hacer algo así”, señaló el músico.

A esos sonidos, el futuro líder de Los Mirlos sumó los que, a través de una radio escuchaba en emisoras colombianas, como los de la cumbia ‘La Danza de la Chiva”, del grupo Los Melódicos, o los vallenatos típicos de ese país; tendencias que irían alimentando el rumbo que transitarían sus composiciones


En ese entonces, la cumbia amazónica y otras expresiones de la cultura popular regional fueron fortaleciéndose a la par que la economía de la selva peruana, inmersa en un repunte propiciado por la explotación del petróleo. El boom de esta actividad se da a partir de 1971, con los hallazgos de pozos en la selva norte y el inicio de la construcción del oleoducto norperuano.

Este factor propició una ola migratoria interna y externa, de gente interesada en participar en la exploración de yacimientos petroleros y -una vez descubiertos estos- de su explotación. De allí que en diversas ciudades amazónicas -como Moyobamba- se viviera un cosmopolitismo y una prosperidad reminiscente a la que se dio a inicios del siglo XX con el auge del caucho.


Charapas de oro
Actualmente, la cumbia amazónica conquista audiencias de otros países, pero primero, en la década de 1960, debió empezar a seducir los oídos de Lima. Grupos como Juaneco y su Combo, de Pucallpa, y Los Wembler’s, de Iquitos, tuvieron que viajar a la capital para poder ser contratados por empresas discográficas y grabar sus primeros álbumes.

Pese al desarrollo de la amazonia propiciado por el petróleo, Lima seguía centralizando actividades como las de la industria musical, entonces poderosa e influyente en radio y televisión. Este panorama llevó a que Segundo, hermano de Rodríguez que laboraba como policía en Lima, convenciera a Los Saetas a viajar a la capital en 1972 para buscar oportunidades.


Resultado de esa presencia y de las diversas presentaciones que el grupo dio fue lograr un contrato para la grabación de un álbum. ‘El Sonido Selvático’, fue lanzado en 1973, ya con el grupo rebautizado como Los Mirlos. 


“Yo pensaba antes de venir a Lima que, si alguna vez grababa un disco, lo iba a hacer con ese nombre”, dijo Rodríguez Grandez.

Otra razón para esa modificación fue enterarse que en el distrito limeño de Comas existía una banda llamada Los Saetas, prefiriendo hacer el cambio de nombre evitar problemas de homonimia.

“Le puse Los Mirlos también porque el mirlo es un ave inteligente, que tiene un cantar muy bonito; tanto así que le dicen ‘El Beethoven de las aves’”, explicó.


Con ello se inició una racha de grabaciones y éxitos que se prolonga hasta la fecha con ‘Corazón Amazónico’, álbum del 2018, en el que siguen reivindicando el sonido nacido en Moyobamba, y con ‘Abducción Amazónica’, lanzado en 2021, en el cual los temas de Los Mirlos son remezclados por el dúo de productores musicales mexicanos Astros de Mendoza.

Esa última grabación da cuenta de la influencia de la cumbia amazónica en las tendencias actuales de la cumbia latinoamericana, al acentuar la vertiente sicodélica de su sonido, junto a detalles rítmicos generados electrónicamente. 

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“Sí estamos al tanto de sonidos como el de la ‘cumbia rebajada’ y el de los ‘sonideros’, que se dan en países como México”, dijo Rodríguez Grande. “Ellos nos dicen que nuestra música les encanta y que siempre la han escuchado”, refirió.


En ese contexto, no son pocos los grupos internacionales que reconocen a la cumbia amazónica como influencia de sus propuestas musicales. Rodríguez Grandez mencionó, como ejemplo de ello, a Sonido Gallo Negro, de México, que en sus redes sociales afirman haber querido sonar como el grupo nacido en Moyobamba, San Martín, y en general, como la cumbia hecha en el Perú.


Otros ejemplos de cómo la influencia de la cumbia peruana ha calado en el mundo son los discos de bandas contemporáneas como Chicha Libre, Money Chicha y Xixa, formadas en Estados Unidos, o de Los Bitchos, de Inglaterra. 


Dichos artistas plasman en su sonido las características del sonido de grupos emergidos desde la Amazonia en los años 1960 y 1970. “A Los Mirlos nos identifican como ‘cumbia sicodélica' y se identifican con nuestro sonido”, explicó Rodríguez Grandez.


La expresividad de las guitarras y teclados tocados Los Mirlos, junto con su rítmica festiva y el sabor amazónico de las intervenciones vocales y ‘guapeos’ de Rodríguez Grandez terminó empatando con la sensibilidad de aficionados a la música y al baile, primero de las grandes ciudades de la selva y del resto del Perú, y luego con la de melómanos de varios lugares del mundo.


Explicar el atractivo de la cumbia amazónica implica reparar en la diversidad de influencias que forman parte de su ADN. Su cercanía al rock, plasmada en el uso de instrumentos eléctricos y sus alusiones a la naturaleza selvática, así como a prácticas rituales regionales, como la ingesta de ayahuasca, delinean una expresividad única, propia de la selva peruana y, a la vez, universal.

Viajes y nuevas audiencias
Ya desde el siglo pasado, antes de incursionar en festivales macro del llamado Primer Mundo, la presencia de la banda era requerida en países como Colombia y Argentina. En ese último lugar, el grupo participó en 1980 en la comedia musical cinematográfica ‘Las Vacaciones del Amor’, junto a artistas internacionales como Camilo Sesto, Ángela Carrasco y Miguel Gallardo.


Sin embargo, es a partir de la primera década del siglo XXI cuando el trabajo del grupo, junto al de otras agrupaciones pioneras de la cumbia amazónica, empezó a ser reconocido como una influencia musical y artística, primero por músicos de bandas juveniles peruanas, como Bareto, Barrio Calavera y Los Chapillacs, y luego a nivel internacional, donde sus primeros discos empezaron a ser cotizados a altos precios.

El reconocimiento también pasa por la admiración expresa de sus pares artísticos de otros países, y ello quedará plasmado en el disco que la agrupación peruana viene grabando. Esta contará con participaciones de artistas como el grupo escocés Franz Ferdinand y el colombiano Juanes.


Una reciente visita a Chile sirvió para que Los Jaivas buscaran a Los Mirlos a fin de fotografiarse con ellos; mientras que, en un reciente festival en Lima, Carlos Vives, destacado artista de Colombia, el país donde nació la cumbia, se quedó con las ganas de saludarlos, puesto que el grupo debía partir desde el Estadio Nacional, inmediatamente, a hacer otra presentación en Lurín.


El grupo que dirige Rodríguez Grandez partió de Lima el sábado 5 de abril, rumbo a Estados Unidos; iniciando un periplo que se prolongará durante más de un mes, con presentaciones en California, Arizona, Texas y Nuevo México, incluidas las del festival de Coachella, en las mismas fechas en las que intervendrán Lady Gaga, Missy Elliot, The Prodigy, FKA Twigs y The Go-Gos.

Otra fecha importante en ese periplo es la del 27 de abril, en el festival Austin Psych, de Texas, orientado hacia los sonidos psicodélicos gestados desde las guitarras eléctricas. Allí la banda peruana compartirá fecha con artistas roqueros de culto, como los estadounidenses Dinosaur Jr., Yo La Tengo y Dean Wareham.

(FIN) FGM//MO

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Publicado: 6/4/2025