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Por José Vadillo Vila

Como Magdalena se conocía al lugar mucho antes de fundarse, no una sino dos veces, pues en 1557, en esta zona del valle bajo del río Rímac, se creó la doctrina de Santa María Magdalena y de ahí el nombre.


Y de eso no nos dejará mentir el pétreo Inmaculado Corazón de María, que desde la última cuadra de la avenida Brasil otea la ciudad y el océano Pacífico. Otro símbolo del catolicismo magdaleno, la iglesia homónima, más conocida como La Cúpula, es parte de la arquitectura limeña.


A orillas de “Mar Bella”


La primera fundación sucedió el 1° de julio de 1872, cuando tres señores (Dibós, de Rutté, y Rey y Basadre) adquirieron terrenos a los propietarios del fundo Orbea, de tierras de cultivo, y dieron vida a un nuevo centro poblado (“ciudad” y balneario, para más señas) ubicado a orillas del “Mar Bella”, como lo llamaban, a 57 metros sobre el nivel del mar y con 10 kilómetros cuadrados de extensión. Orbea y Oyague son viejos fundos que sobreviven como nombres de urbanizaciones magdalenas.

Mas es un dato por aclarar si el trío de empresarios fundadores ya era dueño del ferrocarril Lima-Magdalena, como sostiene una fuente, o recién después de adquirir dichos terrenos construyeron ese medio de comunicación, tal como señala otra fuente. Lo que sí, el empeñoso trío empresarial-fundador hizo los trámites para unir la nueva “ciudad” con la entonces lejana capital.

Ciudad y balneario


Como también se trataba de un balneario, lo hermosearon con pinos marítimos importados desde los Pirineos, buganvilias, pilas de agua y se construyeron los famosos “Baños de Dibós”, en una antigua bajada ya olvidada. Tanto las vertientes de estos baños como los pozos eran las fuentes de agua para los vecinos, mientras que el agua de las acequias sería para regar huertas y jardines.


En un texto publicado en 1947, el escritor Carlos Fonseca A. recuerda que entre 1879 (inicio de la Guerra con Chile) y 1892 se situó un período negro para Magdalena, pues sus pocos habitantes partieron “a la capital”, pues la zona comenzó a quedar a merced de los asaltantes de caminos.

En 1892 vuelve a repoblarse Magdalena, cuenta Fonseca, gracias a la decisión de un gobernador que limpió la zona de malandros y se pudo volver a transitar libremente en esa zona pegada a la futura Costa Verde.

Un quinquenio más tarde, el Califa Nicolás de Piérola, entonces presidente de la República, da el visto bueno para el proyecto de la avenida de 40 metros de ancho, que partiría desde la plaza Bolognesi hasta las orillas del mar. Se llamaría Piérola, luego pasó a conocerse como avenida “De la Magdalena” y, finalmente, quedó como avenida Brasil.

De 1920 en adelante


La segunda creación política de Magdalena del Mar llevaba la rúbrica del hombre del Oncenio, Augusto B. Leguía, y se publicó en El Peruano el 22 de junio de 1920.


Con la Ley N° 4101 se ordenaba dividirlo en tres distritos: San Miguel, Magdalena del Mar y Magdalena Vieja (actual Pueblo Libre),cada una con su respectiva capital.

“El distrito de Magdalena del Mar tendrá por capital el pueblo de su nombre y estará limitado por el océano Pacífico, una línea recta perpendicular a la plaza, pasando por la casa del fundo Santa Cruz, y otra que partiendo de este punto encuentre la intersección del camino al Callao, con el lindero entre San Miguel y la Magdalena del Mar”, se lee en el artículo tercero.

El primer alcalde de esta etapa fue Juan Luxardo y el primer cura propio del distrito, ya separado del territorio eclesiástico del Curato de Magdalena Vieja, fue Fortunato Chirichigno, un salesiano que luego llegaría a obispo de Piura.

Huella prehispánica


Pero la historia de Magdalena es más antigua. Carlos Fonseca A. recuerda que ahí habitaron “indios yungas”, también llamados chinchas; luego llegaron los señoríos con sus famosos curacas Pacallai y Chismancu. Con el tiempo se precisaría que Magdalena, como buena parte de la capital prehispánica, fue espacio de la cultura Ichma, del siglo XII al XV, aproximadamente.


En tiempo de los incas fue conquistado por Pachacútec Inca Yupanqui. Del legado precolombino magdaleno habla la presencia de la huaca Huantille; se señala que es la única sobreviviente de los cinco centros arqueológicos que tuvo distrito. Una huaca en una demarcación siempre en construcción, de los favoritos de las inmobiliarias.

Buen clima


Fue por su “bondadoso clima” que en la primera mitad del siglo XX se fundan en este distrito del litoral limeño varias clínicas, y el 9 de marzo de 1930 dará espacio al conjunto integrado por el hospital Víctor Larco Herrera, el Puericultorio Pérez Araníbar y las Escuelas Climáticas.

En la década del cuarenta, Magdalena ya era uno de los distritos más modernos de Lima, y se conectaba con el Centro Histórico por medio de tranvías y buses; y con norte (Callao) y sur (Miraflores),con buses.

De sus espacios históricos dan fe sus tres plazuelas, Piérola, Independencia y Primavera, el malecón Grau y el famoso Mercado de Magdalena (hoy con varios huariques famosos en sus entrañas),adyacente a la plaza Túpac Amaru.

Años difíciles


En los años noventa y dos mil, el distrito sufrió dos profundos problemas. Sí, el que fue un balneario limeño se había convertido en una zona con 85% de pistas y veredas en mal estado (lo bautizaron informalmente como “la capital de los baches”),una de las causantes fueron las dilatadas obras de la futura avenida Sucre, entonces llamada jirón Independencia.


A ello se sumaron graves problemas de seguridad y delincuencia (de espacio adoratorio, la huaca Huantille pasó a ser espacio de microcomercialización de drogas y de viviendas precarias),amén de la presencia de ambulantes.

Otro dolor de cabeza magdaleno fue el tránsito por el Circuito de Playas de la Costa Verde, incluso entre el 2002 y el 2003 se tuvo que clausurar por obras, durante 11 meses, la bajada de Marbella para evitar más accidentes a automovilistas.

Pero Magdalena del Mar fue superando esos problemas y se ha catapultado entre los distritos de la llamada Lima Moderna, con mayores precios por metro cuadrado en el mercado inmobiliario.

Problema limítrofe


El distrito arrastra un problema limítrofe con su vecino, San Isidro, creado en 1931. La pelea se inició con fuerza hace 20 años, en febrero del 2002, cuando un grupo de vecinos crearon un frente y salieron a protestar frente a lo que llamaron “las pretensiones expansionistas” sanisidrinas en más de 40 manzanas. Ese diferendo, sobre el cual ha habido intervención en su momento de la Municipalidad de Lima y la Presidencia del Consejo de Ministros, aún no se soluciona. Y ha generado enfrentamientos entre vecinos, dirigentes y mediáticas batallas campales entre personal de serenazgo. La discusión se basa en que los límites territoriales entre ambos distritos jamás quedaron del todo claros.

(*) Con información del Centro de Documentación de El Peruano.

Datos:


En 1857 se crearon los primeros distritos en el país. En la provincia de Lima se creó el de Magdalena, pero se toma oficialmente el 1° de julio de 1872.

El ingeniero Florentino Barreto levantó el primer plano de Magdalena en 1873.

En mayo del 1942, EL concejo distrital decidió instituir el 1° de julio de 1872 como fecha de celebración de la fundación del distrito.

Compositor criollo Alberto Haro (1926-2020) creó el Himno a Magdalena del Mar. 

El escudo del distrito comparte las dos águilas de la ciudad de Lima y en la parte central lleva a la iglesia del Inmaculado Corazón de María (La Cúpula). 

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(FIN) DOP/LIT


Publicado: 11/7/2022