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El artista Martín Granados Castro (37) desde hace 30 años baila la ancestral danza Los diablicos del distrito de Túcume, región Lambayeque; y desde los 15 años se dedica a la fabricación de las coloridas máscaras que forman parte de la indumentaria utilizada en esta danza, declarada Patrimonio Cultural de la Nación en el 2013.


Él es uno de los 26 artesanos y artistas tradicionales del país que han sido seleccionados por el Proyecto Especial Bicentenario del Ministerio de Cultura para la creación de obras que conformarán una colección inédita de artesanía y arte tradicional que quedará como legado por el Bicentenario de la Independencia del Perú.

El prolijo artista lambayecano de la hojalatería que conduce su propio taller artesanal, nos comentó que se siente muy contento y afortunado, tras haber sido seleccionado por su propuesta- en la que mostrará toda la riqueza cultural que concentra el pueblo de Túcume, su tierra, como el caso de las cinco influencias culturales que se mantienen viva en esta ciudad.

Granados, está especializado en la confección de máscaras policromadas para la danza Diablicos, que se baila en homenaje a la Virgen de la Purísima Concepción en el distrito de Túcume.

“A pesar de la tecnología que avasalla a la juventud de hoy, nuestro taller sigue trabajando en reforzar la identidad cultural de mi pueblo a lo que se adiciona las enseñanzas gratuitas en hojalatería que brindo a los pequeños y jóvenes de la zona rural y urbana de Túcume, les damos a conocer toda la técnica y las influencias culturales ( Lambayeque, Chimú,Inca, Virreynato y Republica, que ha tenido nuestro pueblo que hasta hoy día viven”, remarcó.

En diálogo con la Agencia Andina, Martín Granados adelantó que la propuesta de la creación de arte que fabricará será una máscara íntegramente en hojalata en la costa norte.

“Hemos puesto así, porque siempre nos confunden con Puno, Ayacucho y sierra central porque obviamente por allí se ha fortalecido más la hojalatería, pero cuándo mencionamos que es en la costa norte se han asombrado. Esta técnica había desaparecido quizá por la poca difusión o porque los antiguos artesanos no compartieron su saber. Yo me inicié con máscaras en cartón y luego trasladé esta técnica al no encontrar a alguien que me enseñe. De manera autodidacta comencé a elaborar máscaras en hojalata”, recordó.

La máscara que confeccionaremos será funcional y utilitaria “pero también mostrará las cinco fases culturales que ha tenido Túcume que hoy mantiene la evidencias e incluso se cultivan expresiones de arte. Nuestra propuesta consiste en armar una máscara de hojalata con cuernos reales en lo cual se detalla todo lo anterior para ser compuesta por más de 50 piezas únicas. Va a ser repujada a mano, pintada y soldada a mano con la técnica del estañado, que es una técnica muy antigua”, anotó.

Mencionó que actualmente avanza en su trabajo de arte. “Toda la hojalata a emplearse en la máscara tendrá unos 28 centímetros (…) pero en realidad es más grande. Las dimensiones abarcan también las trenzas del personaje, ya que cuando llegaron los españoles quisieron hacer una criatura mitológica donde mitad era hombre y lo restante animal. Nuestro personaje según la jerarquía siempre maneja unas trenzas y con ello llegaría a unos 90 centímetros o más, pues llegará desde la punta de los cuernos hasta el final de las trenzas, que en su totalidad tendrá casi un metro de altura”, indicó.

Más de 500 máscaras de hojalata

Detalló que a la fecha ha confeccionado más de 500 máscaras de hojalata tradicionales que han sido vendidas al mercado local, nacional e internacional. “A través de mi tienda virtual en ruraqmaki.pe hemos logrado en los últimos años exportar a España, Francia, Canadá, Estados Unidos, Lisboa y Letonia”, refirió.

Mencionó que anteriormente ya había comercializado sus máscaras a turistas mexicanos y americanos que visitaron Túcume “pero cuando ingreso a ruraqmaki comienzo a ser conocido donde me contactan y hago piezas de arte únicas”, comentó.

Enseña arte a escolares

Informó igualmente, que en la actualidad enseña este arte a escolares del primer al sexto grado del Colegio San Pedro de Túcume. “Les estoy enseñando primero a los pequeños a confeccionar máscaras en cartón. Hay jóvenes que pertenecen a mi taller los cuales ya están dando un paso más importante, porque les estoy trasladando primero que aprendan el armado y familiaricen toda la máscara en cartón con este material que es más delicado y no tan peligroso como la hojalata, que es un material que quema y corta. Tengo más de 20 alumnos que les enseño gratuitamente en mi taller con el propósito que la tradición continúe y no encuentre el inconveniente que yo tuve, que nadie me enseñó”, afirmó.

En Túcume, en la Festividad de la Virgen de la Purísima Concepción, bailan los Diablicos, con sus seductoras máscaras de hojalata. Años atrás, el niño Martín Granados, devoto de la Virgen y cautivado por estos míticos personajes, quiso ser parte de esta comparsa pero, miembro de una familia numerosa, no contaba con recursos para comprar una máscara de hojalata. Esto no le impidió expresar su fe, se unió a los Diablicos haciéndose una careta de cartón. A los 15 años decidió dar un paso que luego se aseveraría como decisivo para descubrir su vocación artística, hizo su primera máscara de hojalata.

Desde esta primera experiencia de adolescencia, este maestro ha desarrollado una larga trayectoria en la elaboración de máscaras de Diablicos de Túcume, trayectoria basada en su práctica como danzante así como en la investigación sobre la metalistería y la función de la máscara.

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(FIN) SDC/MAO

Publicado: 9/8/2022